Todo comenzó a principios de enero cuando, después de 3 años, me desvincularon de mi empleo. Con un nene de 3 años a mi cargo, la responsabilidad de llevar una casa adelante, las ganas imperiosas de hacer un cambio de vida, el miedo de tener 46 años y no saber que podía pasar; yo, tenía que volver a empezar.
Rearmé mi Curriculum Vitae, actualicé las bolsas de trabajo virtuales que en algún momento utilicé, y empecé a contactar a todas las personas más cercanas que emprendía una nueva búsqueda laboral.
Así llegué a StillJobs, por intermedio de una amiga.
Tuve una entrevista donde me contaron que era StillJobs y como era el camino hacia mi futuro empleo. Me entusiasme con la esencia de StillJobs y la forma en la que trabaja con todas las partes de un mismo proceso: con las empresas, con los postulantes, con los emprendedores, logrando confianza, autoestima y resultados para que muchas personas puedan seguir aportando al mercado laboral, toda la experiencia adquirida.
Así empezó todo. Una entrevista inicial donde conté quien era, que sabía hacer y que no, mis estudios, experiencia, que trabajo quería y cuales eran mis pretensiones. Yo estaba convencida que, desde el primer momento, StillJobs me iba a ayudar a sumar herramientas para sentirme segura de lo que estaba buscando.
Así comencé con los encuentros semanales con un coach a cargo de guiarme en esta experiencia, mi copiloto en esta carrera. Y si bien nunca perdí la seguridad en los resultados, transité muchos estados de ánimo, donde a veces la ansiedad me jugo una mala pasada además de toparme con un mercado laboral exigente en manejos de nuevas tecnologías, programas, rangos de edad limitados, todo esto me sembró la duda de poder lograrlo.
Aprendí junto a mi coach, a definir y a tener bien en claro cuál era el trabajo que quería, a no bajar los brazos y a postularme a todas las búsquedas que creía cumplir los requisitos, a organizar las prioridades, a entender de dónde salían esos pensamientos que no ayudaban.
Las oportunidades empezaron a llegar y entonces me ayudaron a pararme de otra forma en una entrevista: qué decir, cómo moverme, cómo darme a conocer en tan poco tiempo; hasta aprendí, a los 46 años que, preguntar lo que uno tiene dudas no está mal.
Ser positivo, abrir la mente a nuevas formas y aprendizajes, a no rendirse, a creer en uno mismo y escucharse, es la clave. Con apoyo, con el profesionalismo, pero sobre todo con la empatía que brindan todos los colaboradores de StillJobs, se puede encontrar el camino. Gracias por ser parte en esta etapa de mi vida, y por seguir acompañándome.
Vanina Grossi – Lic. en Comercialización
